Cuando los niños empiezan a entender que
sus padres pueden separarse es frecuente observar en ellos reacciones como:
- Ansiedad y angustia
- Llanto frecuente
- Tristeza
- Miedos, sobre todo a que lo abandonen o
a quedarse totalmente solo
- Insistencia en el deseo de que los
padres vuelvan a estar juntos
- Idealización del otro progenitor, cuando
el que está con ellos les regaña
- Chantaje emocional
- Rabietas y rebeldía
- Problemas de sueño, alimentación y
control de esfínteres
- Problemas de atención y
concentración en el colegio
- Menos ganas de jugar y de divertirse
- Desmotivación y falta de interés por las
cosas
- Incluso pueden mostrar sentimientos de
culpa por la separación de sus padres
Además
a nivel fisiológico pueden aparecer molestias abdominales, dolores de cabeza,
vómitos…
Todas estas reacciones nos indican que
nuestro hijo necesita ayuda y que debemos hablar con ellos sobre lo que está
sucediendo en casa y trasmitirles tranquilidad.
Para los padres son momentos muy duros en
los que han de entender que su hijo necesita ahora mucho más afecto, está
deseoso de recibir muestras de cariño y de amor. Necesitan saber lo que ocurre,
la incertidumbre es la que mas desazón les produce. Por eso es tan importante
para ellos, poder comunicarse más,
contar sus problemas, sus secretos… sus preocupaciones.
Cuando hablemos con ellos sobre la nueva
situación es fundamental trasmitirles:
- Que pese a que Mamá y Papá han tenido problemas y que No están de acuerdo en ciertos temas de ninguna manera ellos son los culpables.
- Que pese a que Mamá y Papá han tenido problemas y que No están de acuerdo en ciertos temas de ninguna manera ellos son los culpables.
- Que “El cambio en la familia” no tiene que ver con quien tiene razón y
quien no, o quien es bueno y quien malo.
- Que Mamá y Papá trataron de resolver los
problemas de la mejor manera posible, pero que La Forma de resolverlos no
funcionó y ahora tratan de hacerlo de una forma nueva para la familia en la que
habrá más paz, mas calma y mas felicidad para todos.
- Que a menudo estamos asustados cuando
comenzamos cosas nuevas y enfrentamos a nuevas situaciones.
- Que no importa lo que ocurra, no importa
los cambios que sucedan, una cosa es cierta. Mamá y Papá siempre os amarán y eso
nunca cambiará.
Las recomendaciones de los profesionales a los padres que se
encuentran en proceso de separación para ayudar a sus hijos en estos momentos
son:
- No hacer cambios radicales en la dinámica habitual de la vida del niño
- Nunca hablar mal del otro (padre/madre)
- Comprender los cambios emocionales del niño, entendiendo que ha de adaptarse a la nueva situación
- Flexibilidad al acordar los horarios de visita, escuchando la opinión del niño
- Cohesión entre los padres sobre su educación
- Firmeza por ambas partes en lo acordado
- Diálogo con el niño sobre los cambios por los que atraviesa la familia
- Facilitar al niño los encuentros con el otro padre/madre
- Hacer que el niño tenga la seguridad de que las personas que le rodean lo quieren.
Lo normal es que estos efectos
psicológicos empiecen a remitir en cuanto la situación se normalice, por ello
es tan importante que los padres mantengan una separación lo más tranquila
posible, al menos delante de sus hijos.
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